No puedo decir qué me gustaba más de él: si su forma de hablar o de escribir o el misterio que lo rodeó toda la vida. O quizás, la manera en que me trataba, nunca me habían tratado así: con tanto miedo a que me rompa, con tanta delicadeza, tanta dedicación. Sus frases aún dan vueltas en mi cabeza, en mi memoria.
hola eres hermosa cual diosa de plata... y tu rostro refleja mas luz que la luna de octubre...
ResponderEliminartu sonrisa franca me deja sin respiro... y me demutra que todo es sencillo...ha@flying.com.mx
saludos... preciosa